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Cirilo Crespo, al centro, en el Trio Coctel |
Por:
Nayrobi Terri Segrera
Seis
décadas de vida tiene el avileños Cirilo Crespo y desde los 8 años anda con un
Bongó a cuesta.
“Yo
empecé con mi papá y mis hermanos a los 8 años. Ellos desde antes tocaban ya la
percusión y esas cosas. Entonces hicimos un conjuntico y salíamos a tocar por
todo el pueblo música tradicional cubana. Tocábamos por lo barrios, alguna que
otra plaza y eso le gustaba mucho a la gente y a nosotros. Cuando nos veían
enseguida decían: “Apaguen la vitrola que ahí viene Crespo y sus muchachos.”
Rememora
Cirilo Crespo con el brillo jugoso en los ojos y esa sonrisa que rara vez no
está dibujado en su enjuto rostro.
Así
inició el camino este avileño con 52 años dedicados a la cultura cubana y un
amplío aval dentro de ella.
“En
el mismo año que comencé a trabajar con mi papá y mis hermanos se creó la
comparsa infantil “Los capullitos”, me fueron a buscar para que tocara con
ellos y fui, tocaba entonces el sartén. Ese año cojimos el primer lugar de la
provincia que cuando aquello pertenecíamos todavía a Camagüey. Después seguí en
esa comparsa con mi papá el conjuntico.
Fue una época muy bonita.”
“Ya
a partir de los 12 años comencé a tocar con “Parranda guajira”. Con ellos
estuve hasta hace poco. Hicimos muchas actividades en teatros, en los barrios,
en Festivales hasta programas radiales en lo que era Radio Cuba, hoy Radio
Surco, que comenzamos al año de estar allí.”
“Mira,
en el año 1968 Tony Taño y Ramón Veloz vinieron a realizar las evaluaciones y
cuando me escucharon tocar con la parranda guajira me evaluaron pero yo todavía
no tenía la edad para trabajar y Tony me hizo una carta para que ingresara a la
escuela de arte, pero me puse a pensar que me alejaría de la casa, yo un
guajirito y no fui.”
Una
fructífera vida de aporte al desarrollo de la cultura avileña es la que lleva
Cirilo Crespo. Currículo vital que incluye la participación en certámenes tanto
nacionales como internacionales entre los que se encuentran el Festival
Internacional de artistas aficionados en Bulgaria (1974) donde obtuvo Premio
con Medalla de Oro para Cuba, galardón que le mereció una gira por Rusia y
Mongolia. A su regreso entregaron la medalla al Comandante en Jefe Fidel Castro
Ruz.
De
igual manera en 1973 se inicia en la Brigada
VEINTE Aniversario.
Agrupación que recorrió toda la isla hasta llegar a La Habana y grabar su primer
disco.
“La
carrera de aficionado es muy importante porque se toma mucha experiencia, se
vincula con grandes profesionales y se forma el artista.” Comenta Cirilo con el
orgullo de saberse formado desde la misma base familiar.
“Lo
más importante para mi desde mi infancia hasta ahora fue haber cogido mucha
experiencia al compartir escenario con muchos artistas de talla extraordinaria
tanto aquí en Cuba como en México, La ex Unión Soviética, etc. También el haber
participado en grandes eventos pero de todo esto creo que el haber compartido
con Fidel y con Raúl, en reiteradas ocasiones, no tiene comparación, eso fue
extraordinario porque nunca pensé estrechar mis manos con ellos y la otra cosa
más importante es el haberme mantenido tantos años representando a Cuba y a
nuestra cultura.”
Cirilo
Crespo figuró entre los invitados de honor al PRIMER congreso del PCC, integró
el grupo Yakaré, el Trío Tropicuba, la agrupación “Eliseo y su combo”, “, el
Cuarteto “Va Cuba”, el Septeto “Multison”, Los Cinco del son” y en estos
momentos integra la nómina del Trío Cóctel.
Ha
realizado giras por Europa en reiteradas ocasiones. Cumplió misión cultural en la República Bolivariana
de Venezuela.
Hoy
se le puede ver en peñas en la sede la
Unión de Escritores y Artistas de Cuba en Ciego de Ávila
(UNEAC), en el destino turístico Jardines del Rey y en la red de restaurantes
de lujo de la ciudad cabecera.
Para
dar continuidad a su legado estás sus dos hijos. Una bailarina y un joven
percusionista que vive orgullosos de su padre y un pequeño nieto a quien de vez
en cuando se le escucha dar con la cucharita sobre el plato.