lunes, 9 de julio de 2012

En busca de un corazón para que haga justicia


Por: Nayrobi Terri Segrera
Diseño: Rubén Pérez Pérez

Por estos días, el frente de la Casa Blanca en Estados Unidos ha sido un hervidero. ¿El motivo? Reclamar justicia para el caso de los Cinco cubanos injustamente encarcelados desde hace más de TRECE años por luchar contra el terrorismo.
¿Será que desear preservar la vida es un delito?
La carta que el artista norteamericano Mike Farrel escribió al presidente de su país Barack Obama expresa bien claro:

“Le pido que los libere porque son hijos, esposos, hermanos, poetas, pilotos, graduados universitarios y artistas que no han cometido ningún delito contra los Estados Unidos… Por lo tanto, respetuosamente le pido que revierta esta burla a la justicia y utilice  el poder que le fue conferido a Usted por nuestra Constitución para hacer lo correcto.”  

Bien claro. Una vez más se intenta llegar al corazón de este hombre encargado de hacer cumplir la ley más allá del deseo de los grupos ultraderechistas radicados en Miami cuyo odio hacia Cuba es tan irracional que les impide ver las fronteras entre lo humano y lo bárbaro. 

Sobre René González pende una amenaza de muerte y los oídos sordos no desean escuchar el reclamo de un padre que desea estar al lado de sus hijas, de un hijo que no pudo, ni puede aún, abrazar a sus padres tras la pérdida del hermano que tanto luchó por verlo junto a él en las cenas familiares o del esposo que no puede dormir abrazado de su mujer y al que hoy le acompaña la soledad y la sombra terrorista de la muerte.

¿Será que Obama desconoce todo esto? ¿No es hijo, esposo, hermano? ¿Será que Obama desconoce que Antonio Guerrero, Tony, imparte cursos de matemática en la cárcel donde fue recluido en Marianna y cuya satisfacción mayor es la sonrisa de sus alumnos tras aprobar el examen?

Eso son nuestros Cinco Héroes, maestros, artistas, amigos. Tony, un artista que aún preso deja volar su imaginación como mismo hace Gerardo Hernández con sus caricaturas mientras recuerda a su dulce Adriana o Ramón Labañino en sus mensajes educativos para sus hijas, o Fernando González cuando le escribe cartas de amor a Rosa Aurora.

Son Cinco hombres y como tal tienen derecho a la vida sin ataduras. Son Cinco Héroes y el mundo así los reconoce.

La Casa Blanca es un hervidero y en Miami las vallas, carteles y mensajes provocaran odio, sí, en aquellos que sólo piensan en matar pero también convocarán al amor que todo lo puede y todo lo vence hasta en el más oscuro rincón de la tierra. 

lunes, 2 de julio de 2012


Un epitafio para Ibrahim

Por Nairobi Terri Segrera
Foto: Arturo González


Su arquitectura se doblegó, sin consulta previa ni autorización,  ante la parca fastidiosa e irreverente.
A escasos días para sumar un año más a los setenta ya cumplidos murió, en La Habana, Ibrahim Doblado del Rosario, escritor avileño cuyo a pego a sus raíces campesinas le hicieron marcar pauta en la literatura infanto juvenil por su manera tan particular de describir a la naturaleza y el ambiente donde nació y se crió allá en su querida Isla de Turiguanó al norte de Ciego de Ávila.
Muy tardío se supo aquí de su fallecimiento y a muchos les consternó la noticia a pesar de esperarla por su ya endeble figura, marchita tras el paso del tiempo, y la soledad que en los últimos años le acompañaba en la mirada y tal vez, también, en el alma.
Fue Ibrahim un hombre de andar callado y solitario más la cabeza llena de imágenes que luego tradujo en poesías, cuentos y relatos referentes a su Turiguanó querido.  
Pocos escritores alcanzan su estatura literaria. La capacidad de sentir por el terruño natal se trasluce en Relatos de Turiguanó (Premio La Edad de Oro) con el que se presentó ante el mundo para que lo valorara y admirará desde la humilde posición de quien sólo pretende mostrar un camino mejor a las nuevas generaciones de niños y adolescentes cubanos.
Para recordarle siempre quedan obras como: Canto a mi país (1977), El viento sobre las espigas (1981), Cantos de Ocha (1994) y Estampida (2002) entre muchos otros volúmenes donde se describe activo y en excelente forma  como escritor. Textos que le llevaron a merecer múltiples reconocimientos y distinciones entre los que sobresale la Distinción por la Cultura Nacional en el 2006.
Se fue Ibrahim y en ese trance hacia la eternidad deja la impronta de ser por siempre referente obligado en la literatura avileña y cubana en general pues como bien dijera la poetiza Carmen Hernández Peña:
“La obra de Ibrahim es muy valiosa para la literatura cubana porque devela una región del país prácticamente virgen y expone, con esa visión propia de quienes viven rodeados de mar, una  manera diferente de adorar a la naturaleza en toda su magnitud.”
El vacío de su ausencia se sentirá en los pasillos de la UNEAC, en las calles de la Ciudad de los Portales y de su Morón querido, en las tertulias literarias y en cada anaquel de las librerías donde padres y niños buscan nuevos títulos con los que enriquecer el intelecto. Se extrañará también su alta figura y hasta la minerva que casi siempre le acompañaba para aliviarle los dolores cervicales que padecía como consecuencia de su postura para trabajar. Se fue Ibrahim y con él, un amigo.

Un concierto para el alma.

Por: Nayrobi Terri Segrera y Henry Gódinez.

Muchos, en su apurado paso, detuvieron la marcha asombrados por lo que veían en el boulevard de la Ciudad de los  Portales de Ciego de Ávila. Otros preguntaban azorados acerca de estos jóvenes que, de golpe, tomaron algunos de los amplios pórticos de esta céntrica porción cubana.

Así irrumpió la Tercera Jornada de música de concierto que durante una semana tuvo lugar aquí para disfrute de la familia avileña justo cuando el verano está por comenzar.

Con gran maestría y elegancia transcurrieron las noches en el Teatro Principal de la cabecera provincial mientras las tardes se destinaban a la Casa de la cultura José Inda Hernández, el Coopelia o cualquiera otra institución con afluencia de público.

Con esta Jornada de Conciertos, el maestro Juan Carlos Corcho Vergara, promotor de la idea, se propuso incentivar en las nuevas generaciones el gusto hacia la música culta mientras rindió homenaje al compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart, al período clásico en la música y a la enseñanza artística.


La primera jornada llevó a las tablas del Principal a la Orquesta de Conciertos de Ciego de Ávila quien interpretó temas legendarios de Mozart entre los que se incluyen Marcha a la francesa, la obertura La flauta mágica y el concierto en C mayor para flauta y arpa, que colocó como protagonistas musicales a las solistas Cristina Torres, en la flauta, y a Maryolis Villafañas, al piano.

Al repertorio se unieron la obertura Prometheus deL.V. Beethoven, la suite de la ópera Carmen de G. Bizet, Libertango de A. Piazolla, Oregón de Jacob de Haan y el danzón Reina Isabel de Rafael Lay.

Para coronar la excelencia de la cita llegó el maestro Enrique Pérez Mesa, como invitado especial, quien recibió el reconocimiento del pueblo avileño y quien también manifestó la valía de encuentros como este para la promoción de la música de concierto no solo con el repertorio universal sino de las obras cubanas. También Pérez Mesa manifestó el interés por que se subvencione el evento desde los organismos nacionales en aras de atraer a los mejores cultores del género en el país.   .


Durante seis noches consecutivas el coliseo brindó la oportunidad de disfrutar del talento y la majestuosidad interpretativa de agrupaciones, solistas, tríos y dúos de la propia provincia y de otras invitadas.

El esplendor, la pasión, la luz y la elegancia de las composiciones de Mozart, maestro del clasicismo y genuino representante de la escuela vienesa del sigloXVIII, recibe el agasajo del pueblo de la mejor manera: con su propia música.