lunes, 2 de julio de 2012


Un concierto para el alma.

Por: Nayrobi Terri Segrera y Henry Gódinez.

Muchos, en su apurado paso, detuvieron la marcha asombrados por lo que veían en el boulevard de la Ciudad de los  Portales de Ciego de Ávila. Otros preguntaban azorados acerca de estos jóvenes que, de golpe, tomaron algunos de los amplios pórticos de esta céntrica porción cubana.

Así irrumpió la Tercera Jornada de música de concierto que durante una semana tuvo lugar aquí para disfrute de la familia avileña justo cuando el verano está por comenzar.

Con gran maestría y elegancia transcurrieron las noches en el Teatro Principal de la cabecera provincial mientras las tardes se destinaban a la Casa de la cultura José Inda Hernández, el Coopelia o cualquiera otra institución con afluencia de público.

Con esta Jornada de Conciertos, el maestro Juan Carlos Corcho Vergara, promotor de la idea, se propuso incentivar en las nuevas generaciones el gusto hacia la música culta mientras rindió homenaje al compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart, al período clásico en la música y a la enseñanza artística.


La primera jornada llevó a las tablas del Principal a la Orquesta de Conciertos de Ciego de Ávila quien interpretó temas legendarios de Mozart entre los que se incluyen Marcha a la francesa, la obertura La flauta mágica y el concierto en C mayor para flauta y arpa, que colocó como protagonistas musicales a las solistas Cristina Torres, en la flauta, y a Maryolis Villafañas, al piano.

Al repertorio se unieron la obertura Prometheus deL.V. Beethoven, la suite de la ópera Carmen de G. Bizet, Libertango de A. Piazolla, Oregón de Jacob de Haan y el danzón Reina Isabel de Rafael Lay.

Para coronar la excelencia de la cita llegó el maestro Enrique Pérez Mesa, como invitado especial, quien recibió el reconocimiento del pueblo avileño y quien también manifestó la valía de encuentros como este para la promoción de la música de concierto no solo con el repertorio universal sino de las obras cubanas. También Pérez Mesa manifestó el interés por que se subvencione el evento desde los organismos nacionales en aras de atraer a los mejores cultores del género en el país.   .


Durante seis noches consecutivas el coliseo brindó la oportunidad de disfrutar del talento y la majestuosidad interpretativa de agrupaciones, solistas, tríos y dúos de la propia provincia y de otras invitadas.

El esplendor, la pasión, la luz y la elegancia de las composiciones de Mozart, maestro del clasicismo y genuino representante de la escuela vienesa del sigloXVIII, recibe el agasajo del pueblo de la mejor manera: con su propia música.

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