viernes, 27 de enero de 2012

Remontando a Cuba



Por: Nayrobi Terri Segrera

Foto: Arturo González


Como quien desea beberse al mundo de un solo sorbo, llegaron cerca de 20 artistas de la plástica a la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en la central provincia de Ciego de Ávila como parte del proyecto itinerante “De la punta al cabo, y la isla también” que hoy recorre el verde archipiélago caribeño.
Liderados por Ernesto Rancaño, este grupo de jóvenes, y algunos no tanto, irrumpieron con su asombrada impronta tras compartir con un medioambiente muy distante al de La Habana. Llegaron con sus pinceles, espátulas y cámaras fotográficas y de videos para dejar la huella de su paso en lugares tan comunes para muchos como el Hospital provincial docente Dr. Antonio Luaces Iraola donde se pretende hacer de él una gran galería que contribuya también a curar las dolencias del alma. El centro penitenciario de régimen interno también fue motivo de tan maravillosa visita. Allí como dijera el cantautor Silvio Rodríguez se engendró la maravilla entre los que un día trocaron su camino y la vanguardia artística cubana para dejar plasmado en una de las paredes la fé y la voluntad del mejoramiento humano a través de un mural que, en lo adelante, contribuirá a fortalecer la esperanza del cambio de actitud ante la vida.
Para quienes pocas veces tienen un contacto directo con lo mejor de la creación plástica contemporánea en Cuba, la galería Raúl Martínez acogió en el reciento cuadros y esculturas de Juan Vicente Rodríguez Bonachea, Eduardo Miguel Abela, Kacho y Juan Carlos Pérez Balseiro entre otros que prestigian el lugar con sus obra.
“Este proyecto es consecuencia de dos antecedentes fundamentales: el primero es la gira de Silvio por las prisiones y el segundo tiene que ver con la gira que sostuvo la brigada Martha Machado, con Kacho, que tras el paso de los huracanes recorrimos todo el país para ayudar a recuperar anímicamente al país y luego estuvimos en Haití, esto es un hijo legítimo de esa experiencia, o sea llevando el arte a toda Cuba y queremos que siga.” Explicó Rancaño ante la prensa y más adelante agregó:
“Este proyecto aporta mucho al artista en el sentido humano y ese cambio se verá más adelante en la obra. Estar en las prisiones, compartir con artistas de otros lugares, conocer Cuba, porque al final se trata de eso, de conocer Cuba porque a veces se queda uno encerrado en su burbuja allá en La Habana y se pierde las maravillas que tiene este país.”
Así haciendo realidad la expresión martiana de “Con todos y para el bien de todos” andan estos sabedores de sueños por el gran caimán antillano esparciendo su savia de amor.
De los avileños se llevan, entonces, parte de sus raíces culturales tras disfrutar del conjunto haitiano “La cinta”, los bailes hispanos con la XX Aniversario entre otras manifestaciones que nos unen e identifican.
Aplausos para este proyecto itinerante de la punta al cabo, y la isla también  por las constantes muestras de altruismo ese que nos une e identifica como cubanos.

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