martes, 3 de enero de 2012

VEINTISIETE minutos de Gloria

Por: Nayrobi Terri Segrera
Fotos: Arturo González

El joven poeta y pintor avileño Elías Henoc Permut es uno de los integrantes de la muestra expositiva “50 aniversario de la UNEAC” que tiene por sede la galería La Acacia en Ciudad de la Habana.

Nunca imaginó tal posibilidad. Por eso no se cansa de repetir que estar su obra en el primer salón a la derecha frente a una de Rancaño, en la galería La Acacia, “es mucho para un creador provinciano.”
Así se refiere Elías Henoc Permut cada vez que se le pregunta acerca de sus impresiones durante la inauguración de la muestra expositiva                   “50 aniversario de la UNEAC” en homenaje a tan importante institución para la cultura cubana.
“Sólo aguanté 27 minutos dentro de la galería, ¡imagínate! eran muchas personas  interesados en el cuadro. Yo soy un artista del interior y ahí en medio de tanta gente preguntándome sobre mi pintura fue demasiado el impacto. Estaba muy contento pero aturdido a la vez. Yo nunca había tenido tanto público para ver mi obra. Fue el mejor momento de mi vida pero no pude aguantar mucho por el nerviosismo que tenía al estar entre tantas personalidades de la cultura y las artes plásticas.”
“Mi obra, Ha-Shem es el Rey del ojo de los cien mil dioses, está estrictamente dedicada al Dios de Israel, al Dios del Judaísmo que es la divinidad del monoteísmo por excelencia.”
“En mis cuadros utilizo los lenguajes fundamentales antiguos y modernos cantándole al único Dios. De esta manera uno a todos los hombres en un canto universal.”
De 35 años y ascendencia Judía, Elías Henoc Permut, se inició en la pintura a los  15 años de manera autodidacta. Motivo por el cual en cada trazo suyo se rinde tributo a la cultura familiar materna.
“Yo era un niño de a penas 19 años cuando realicé el Ha- Shem. A esa edad no se sabe bien lo que se quiere en la vida, lo único que tenía claro era hacer algo que reflejara la historia de los Permut.” “Lo que resulta increíble que tanto tiempo después Lesbia Vent Dumois me descubra y se interese tanto por mi trabajo. Yo era un total desconocido para la plástica nacional, vivía en el anonimato y Lesbia me dio la oportunidad de mi vida. Por eso le voy a agradecer siempre.”
Y es entonces cuando rememora un diálogo, que dice saber de memoria, entre Retamar y Borges acerca de la publicación del primer libro de poesías de este último titulado “Fervor de Buenos Aires” donde el escritor sudamericano agradece de manera infinita a Alfonso Reyes por sacarlo a la luz, por eso parafraseando a tan distinguito escritor Elías afirma:
“Yo era en la isla de Cuba el hombre invisible y Lesbia Vent Dumois me descubrió.”  
Felicitaciones, entonces, para este joven artista de la plástica avileña que no olvidará jamás sus “27 minutos de gloria.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario