sábado, 23 de febrero de 2013

Razones a tener en cuenta.





Por: Nayrobi Terri Segrera



Fue una noche gélida, sin embargo quedarse en casa era desperdiciar la oportunidad de compartir con buenos amigos lo mejor del repertorio cubano en cuanto a la trova y al bolero.
Por eso, bufanda al cuello y bien arropada, salí al encuentro del trovador avileño Héctor Luís de Posada en el patio de la sede provincial de la Unión de Escritores y Artistas de esta central provincia cubana quien esperaba la hora acordada para iniciar su peña “Música y razón”, que realiza cada tercer sábado del mes en esta institución cultural.
Al llegar estaba todo muy bien ambientado y él, junto a su guitarra, se disponía a quebrar el frío de la noche con su melódica voz que no a pocas convida a remontar las nubes e imaginar una escena romántica.
Así dejó escuchar canciones tan antológicas como “Madrigal”, “Sabor salao” de Diego Gutiérrez y estrenó “Déjale todo al viento” bajo su autoría. De igual manera disfrutamos de otros temas como “Estoy como nunca” de  Eliades Ochoa, “El son de pepe de Antonio” de Pedro Luis Ferrer” sólo que en esta ocasión se hizo  acompañar del trío “Cóctel”, una agrupación con estilo propio que ya se presenta en los principales  espacios culturales de la   urbe citadina y la cayería norte avileña.
Pero la noche a penas comenzaba y quienes acudimos como publico también pudimos disfrutar del talento de Osvaldo Hernández, un aficionado al bolero que con frecuencia asiste a algunas de los espectáculos que ofrece                            la Casa de la  Cultura en la ciudad de los portales. De la garganta de este avileño, y con la asistencia técnica de Rubén Pérez para el backgrawn, se dejaron escuchar números de José Feliciano, Orlando Contreras, Sindo Garay entre otros que arrancaron la ovación de los presentes.
Luego subió al escenario invitada por el anfitrión, la joven Leannelis Cárdenas para dejarnos atónitos al interpretar “El breve espacio” de Pablo Milanés, Veinte años” de María Teresa Vera y una magnífica versión de la canción “Vino tinto” popularizada  por Diana Fuentes, todas con el acompañamiento de Héctor Luís y su guitarra.
La baja temperatura que marcaba el termómetro paso desapercibida. Nadie estaba atento a otra cosa que no fuera lo que ocurría encima del escenario. Y es que tanto la trova como el bolero son géneros que nunca mueren por sus letras y melodías que se contextualizan a cualquier época.
Si bien es cierto que en Ciego de Ávila no abundan los lugares donde poder sentarse junto a la  pareja y poder endulzar el oído con buenas canciones, también resulta valedero el esfuerzo que realiza la UNEAC para mantener  vivo espacios como este de la peña “Música y razón” que contribuye al esparcimiento de un segmento poblacional amante de lo sublime, la reflexión y la calma en la música. 



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