Por:
Nayrobi Terri Segrera
Desde
hace algún tiempo veníamos esperando la llegada de la peña “Música y Razón” del
trovador Héctor Luís de Posada en el patio de la sede de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC) de Ciego de Ávila.
Espacio
que desde hace algún tiempo se desarrolla para mantener vivo el género en
nuestro territorio y al cual no son pocos los asisten en busca de canciones que
le ronroneen el alma.
En
esta ocasión, el bardo avileño, se hizo acompañar del joven Silvio Alejandro,
quien llegó con su guitarra al hombro para deleitarnos a todos con la magnífica
interpretación de temas como “Tanto remar”, “Tragaluz”, “La verdad no está mal”
(nombre de su 3er. CD), “Luna verde” y “Letanía de los tiradores” todos de su
propia inspiración aunque también rasgó la guitarra por temas antológicos como
“Despojos” de Santiago Felíu.
Por
su parte, el anfitrión Héctor Luís de Posada agradeció la presencia de Silvio
Alejandro en el escenario de la
UNEAC por ser un joven perteneciente a la generación media de
trovadores cubanos cuya obra se basa, en lo fundamental, en la reflexión social
y la fotografía cantada de la realidad que le circunda.
Aunque su nombre mucho recuerda al fundador del
movimiento de la Nueva Trova
en Cuba, Silvio Alejandro Rodríguez, es de formación autodidacta, integra el catálogo
del Centro Nacional de Música Popular y cuenta ya con una basta obra musical
que le hacen de referencia en el ambiente trovadoresco de la isla.
Tres son los discos grabados por este joven
inquieto, de melena sobre el cuello y risa franca: "Quedado en La Habana ",
"Multitudes en la silla" y "Tanto remar".
Discografía con la cual ha recorrido parte del continente
suramericano y algunas ciudades de Europa y Asia.
En fin, que fue una noche de gala para quienes departimos con
estos juglares del pentagrama musical cubano.
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