Por:
Nayrobi Terri Segrera
Foto:
María Nell Rodríguez
Cuando
de imaginar un paisaje campestre cubano se trata, de inmediato pensamos en
montañas, un río que le atraviesa y una casita criolla donde se toma café
carretero, agua de tinaja y se recuesta el taburete a la puerta de la casa para
saludar al compadre cuando pasa.
Fotografía
que los gestores del proyecto comunitario “CuentArriba” del municipio de
Florencia en la central provincia de Ciego de Ávila, hicieron realidad tras
mucho tiempo de soñar y trabajar.
“Florencia
tiene la peculiaridad de ser un territorio prácticamente virgen. Aquí los
campesinos son muy sanos y aunque los veas a caballo en pitusa y celular,
rastrillando los cascos del caballo sobre el asfalto, son personas muy sanas y
que les gusta conservar sus tradiciones, hacen los cuentos de guajiros y les
gusta la parranda y armar el guateque.” Explicó Nelson Aragón, coordinador del
Proyecto “CuentArriba” o “El bichito” como le conocen los más allegados.
“El
proyecto surgió tras una profunda investigación acerca de cierto deterioro que
percibimos en la tradición oral del campesinado florenciano. Nos dimos a la
tarea de indagar, dialogar con los guajiros y detectamos un grupo de acciones
que nosotros podemos desarrollar para que perdure esta oralidad tan rica que tenemos
aquí.” Significó Nelson.
Por
eso en la casita criolla erigida en una céntrica esquina del poblado de
Florencia, no falta nada. Desde el pilón, la mesa de dominó, la jícara en el
exterior para lavarse las manos y el machete con el cual se limpian las botas
una vez que se regresa del campo hasta el valentierra. Todo eso se puede
encontrar aquí además de un exquisito patio lleno de árboles que propician el
frescor necesario para una siesta de mediodía.
“Y
no hemos concluido aún. Nos falta la siembra de los árboles frutales típicos de
la campiña cubana, la cría de animales, la pequeña vega de tabaco y siembra de
café entre otros elementos distintivos del campesino de esta zona.” Argumenta
“Bichito”
“Lo
más interesante que tiene este proyecto “CuentArriba” es que brotó de la misma
cultura y presentó sus necesidades. Es decir, no fue algo inventado ni ficticio
sino que tiene un sustento social muy importante y a partir del talento con que
se cuenta se hace también arte. Un aporte significativo para el desarrollo de
la vida social del territorio que no se repite en ningún otro lugar porque
tiene su idiosincrcia.” Acotó Rigoberto Fabelo Pérez quien dirige el Centro de
Intercambio y Referencia Iniciativa-Comunitaria (CIERIC).
Momento
en el cual su coordinador general reconoció la ayuda prestada por muchos
vecinos de la zona, instituciones y organismo que permitieron la
materialización de la idea y quienes confiaron en la voluntad de este equipo de
gestores que sin fines de lucro han entregado sus días y noches al desarrollo
cultural del municipio.
De
igual manera llegó el reconocimiento al Proyecto “Estampart” del artista de la
plástica Miguel Chamorro, que fomenta la técnica del grabado en la nueva
generación de artistas de la provincia de Ciego de Ávila, por el apoyo dado
desde el primer momento y el aporte de obras que, a partir de ahora,
ambientaran esta casita criolla a la cual se puede llegar para narrar un
cuento, improvisar una décima o bailar al compás de la parranda.
Con
este nuevo proyecto comunitario, Cuba avanza en el proceso de rescate y
consolidación de nuestras tradiciones culturales más auténtica partiendo de sus
protagonistas y en bien de una sociedad donde todo el mundo cuenta.
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